Los gatos persas suelen ser más conocidos por sus caras achatadas, ojos grandes y sus elegantes y largos pelajes, pero en estos adorables gatitos hay mucho más que su aspecto. Desde sus interesantes y no menos misteriosos orígenes hasta el cambio genético que contribuyó a sus famosas caras planas en la década de 1950, hay mucho que amar y aprender sobre los persas.
Tanto si tienes o vas a tener un gato persa, como si simplemente deseas obtener más información sobre una de las razas más antiguas y populares del mundo, este artículo te interesa.
La misteriosa historia del origen de los gatos persas
Aunque los gatos persas se remontan al siglo XVII, su origen exacto sigue siendo un misterio.
Generalmente, se cree que los gatos persas surgieron en Mesopotamia, más tarde llamada Persia, lo que explica el nombre de los gatos «persas». Con el paso del tiempo, este país se ha convertido actualmente en lo que llamamos Irán. A pesar de esta creencia generalizada, algunas investigaciones demuestran que la composición genética de los persas es muy similar a la de los gatos originarios de Europa occidental.
El auténtico origen de los gatos persas puede seguir siendo un misterio, pero la leyenda popular relata que un noble italiano llamado Pietro della Valle llevó ocho persas a Europa occidental tras descubrir la raza en un viaje a Irán. Teorías similares explican que fueron importados a Europa por marineros, comerciantes o viajeros.
Sea cual sea la historia de su origen, una vez los persas llegaron a occidente, se convirtieron rápidamente en una de las razas más queridas del mundo.
Los persas desembarcaron en América sobre el 1900
Se cree que los gatos persas llegaron por primera vez a los Estados Unidos después de 1895. Cuando se fundó the Cat Fanciers Association en 1906, los gatos persas fueron una de las primeras razas registradas por la organización.
Desde entonces, los persas se han convertido en una de las razas más populares de América. De hecho, según la Asociación de Criadores de Gatos, los persas ocuparon el cuarto lugar en el ranking de las razas más populares de 2017.
Los persas provienen de una amplia gama de colores y variedades
Cuando pienses en los gatos persas, probablemente te imaginas el emblemático persa con un largo manto blanco, sedoso y con unos ojos azules brillantes sentado sobre un cojín de seda rosa.
A pesar de la imagen que tenemos instaurada en nuestra mente por anuncios de Piensos y/o accesorios para gatos, los persas pueden presentar una amplia gama de colores y variedades. Además de los persas blancos o plateados que todos conocemos, estos adorables gatitos pueden tener mantos de color gris, naranja, negro, tricolor e incluso calicó. Y nos podemos encontrar con hasta siete variedades de gatos persas diferentes, como el gato Persa Solid, el Silver & Golden, el Smoke & Shaded, el Tabby, el Particolor, el Bicolor y el Himalaya.
Los gatos persas tienen un manto increíblemente espeso
Otra característica distintiva de los persas son sus lujosos y largos pelajes. Los mantos persas, que consisten en dos capas, una capa inferior más corta y una capa más sedosa y larga, suelen favorecer que se desprenda con más facilidad.
Si tienes previsto adoptar un persa o ya tiene uno, aquí te damos algunos consejos para el cuidado de su pelo y evitar su caída excesiva.
Los persas no siempre han tenido la cara plana
Los persas son probablemente más conocidos por sus caras aplanadas, pero os sorprenderá saber que los persas no siempre han sido así. De hecho, no desarrollaron este peculiar rasgo hasta que se produjo una mutación genética en una camada de gatitos en la década de 1950.
Cuando surgió, a los criadores de persas les encantó el aspecto y continuaron criando selectivamente los persas hasta que se convirtió en un rasgo común. Aunque la cara aplanada, conocida oficialmente como la Peke Face, es el estándar de la raza moderna según la Cat Fanciers Association, puede conllevar diversos problemas de salud. No es extraño que los persas tengan ojos llorosos, problemas de respiración y para alimentarse.
Es posible encontrar persas con un hocico más largo y puntiagudo. Conocidos como los persas Doll Face (cara de muñeca), estos gatitos tradicionales se parecen más a sus antepasados iraníes.
Fue un gato persa el que ganó la primera exposición de gatos del mundo
La primera exposición de gatos del mundo tuvo lugar en 1871 en el Crystal Palace de Londres, el evento atrajo a casi 20.000 visitantes y contó con algunos de los gatos más exóticos del mundo. Entre los competidores se incluían gatos siameses, gatos angora, gatos salvajes escoceses y, adivina qué, gatos persas, entre otros.
Finalmente, los gatos persas ganaron la medalla de oro y fueron nombrados la mejor raza del concurso.
Los persas no son tan delicados como aparentan
Debido a su apariencia elegante, los persas tienen la reputación de ser delicados y de necesitar muchos cuidados. Pero todo lo contrario, los persas son en realidad una de las razas más agradecidas, siempre que se mantenga una correcta limpieza y aseo de su pelo.
Se recomienda que bañes o cepilles a su gato persa cada seis semanas, manteniendo su largo pelaje libre de suciedad y polvo. A algunos propietarios de persas les gusta recortar el pelo de su gato mediante la técnica llamada «corte de león», o simplemente un corte de pelo más corto, recortando el pelo de alrededor de las patas y las almohadillas que ayudara a mantenerlos más tiempo limpios entre cada sesión de baño.
Saltar no es lo suyo
A diferencia de muchos otros gatos, los gatos persas no destacan por su capacidad para saltar por los aires o por los muebles. Sus cuerpos fuertes y resistentes no son los suficientemente estilizados y ágiles, por eso los persas tienden a preferir mantener las patas firmes en el suelo.
Musas del cuadro de gatos más grande del mundo
Vendido por la desorbitada cantidad de 820.000 dolares, el cuadro de gatos más grande del mundo, llamada My Wife’s Lovers, retrata a gatos angoras turcos y gatos persas. La pintura es una obra de arte de casi 2 metros por más de dos metros y medio, que se ha convertido en el cuadro de gatitos más grande del mundo.
Hay muchas otras pinturas famosas de gatos persas, pero ninguna es tan grande como ésta.
Grandes artistas de la gran pantalla
Los gatos persas también tienen su lugar en la gran pantalla. Además de la famosa mascota Fancy Feast, el archienemigo de James Bond, Blofield, tenía un compañero persa con ojos azules y pelaje blanco. Y no podemos acabar sin mencionar al Sr. Bigglesworth de la saga Austin Powers que más adelante sería reemplazado por un gato Sphynx sin pelo.
La realeza y las celebrities aman a los gatos persas
Entre los propietarios de gatos persas más famosos del mundo encontramos a la reina Victoria; Florence Nightingale, que tuvo más de 60 gatos en su vida; o Marilyn Monroe, cuyo persa blanco se llamaba Mitsou.